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Noruega y Japón apoyan la industria ballenera con dinero de los contribuyentes

Gland, Suiza: Los Gobiernos de Noruega y Japón están utilizando dinero de los contribuyentes para subsidiar sus industrias balleneras no rentables, de acuerdo a un análisis de la economía de la industria ballenera.

Sink or Swimm: The economics of Whaling Today cuyo título en castellano podría ser Hundirse o Nadar: La Economía de la Cacería de Ballenas Hoy, encontró que Noruega y Japón otorga a los balleneros importantes subsidios gubernamentales – a pesar de que es improbable que la matanza de ballenas sea una actividad rentable sin el apoyo de los contribuyentes.

“En esta época de crisis económica global, el uso de fondos provenientes de impuestos para apoyar algo que básicamente es una industria económicamente inviable, no sólo es no estratégico, ni sostenible, sino tampoco un uso apropiado de los limitados fondos del gobierno,” dijo la Dra. Susan Lieberman, Directora de Programa de Especies, de WWF International.

Este análisis considera una variedad de costos directos e indirectos, asociados a la cacería de ballenas, el procesamiento y la comercialización de los productos obtenidos. Los investigadores concluyen que estos costos, combinados con la demanda decreciente por carne de ballena y el riesgo de impactos negativos como boicoteos al comercio o turismo, hacen poco probable que la cacería comercial de ballenas produzca beneficios económicos tanto para las economías o como para los contribuyentes del país.

Según el informe, en Noruega, desde 1992 el gobierno ha gastado más de USD4,9 millones en distribución de información, relaciones públicas y campañas de cabildeo para ganar apoyo para sus industrias de cacería de focas y ballenas. Sumado a lo anterior, los subsidios gubernamentales para la industria ballenera han igualado a casi la mitad del valor bruto de todos los desembarcos de carne de ballena realizados por medio de Rafisklaget, la Organización de Ventas de los Pescadores Noruegos.

El informe observa un uso similar de los fondos de los contribuyentes japoneses. Por ejemplo, durante la temporada 2008-2009, la industria ballenera japonesa necesitó USD 12 millones del dinero recaudado por impuestos, sólo para cubrir los gastos. En total, desde 1988, los subsidios japoneses para la industria ballenera ascienden a USD164 millones.

Otros importantes hallazgos del informe incluyen:

• Los precios por mayor, por kilogramo de carne de ballena en Japón, han estado cayendo desde 1994 comenzando apenas por encima de USD30/kg en 1994, y declinando a USD16,40 en 2006.
• Noruega gastó USD10,5 millones adicionales para cubrir los costos de un programa de inspección desde 1993 a 2006, cuando fue desechado debido a las pérdidas que causaba a los balleneros del país.

Japón y Noruega, desafiando la moratoria a la caería comercial de ballenas impuesta por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), matan hasta 2.000 ballenas al año, explotando lagunas legales del tratado fundacional de la CBI, que permiten la cacería de ballenas bajo ‘Objeción’ a las decisiones de manejo (Noruega) y la cacería “científica” con propósitos de investigación (Japón).

Con la 61ª reunión de la CBI  a realizarse la semana próxima, los investigadores afirman que matar más ballenas probablemente dañaría la industria del turismo y de observación de cetáceos, el comercio, y la imagen internacional de Noruega y Japón – impactos que se encontrarían lejos de ser compensados por los beneficios económicos reportados por la cacería de ballenas.

“Está claro que la cacería de ballenas se encuentra fuertemente subvencionada en la actualidad” afirma el informe. “Japón y Noruega, disponen de fondos considerables para apoyar una operación que, de otra forma,  sería comercialmente marginal en el mejor de los casos, y muy probablemente deficitaria”.

“Noruega y Japón están dañando al turismo, una industria de potencial crecimiento en ambos países, usando millones de dólares para obtener carne de ballena cuya venta no genera beneficios económicos” dijo Sue Fisher, Directora de Políticas de WDCS de Estados Unidos. “¿Cuánto tiempo más van a continuar malgastando el dinero de sus contribuyentes?”

El análisis fue conducido por economistas independientes a pedido de WWF y Whale and Dolphin Conservation Society (WDCS).

La 61ª CBI se llevará a cabo en Portugal Madeira, entre el 22 y 26 de junio próximo.