Preocupación entre científicos por el desarrollo de una nueva forma de cacería en Corea del Sur y Japón
El Dr Scott Baker, del Instituto de Mamíferos Marinos de la Universidad Estatal de Oregon, sostiene que los análisis de ADN de productos de carne de ballenas vendidos en mercados japoneses sugieren que el número de ballenas que en realidad mueren al ser capturadas incidentalmente en redes de pesca (“cacería de ballenas por bycatch”) puede ser igual al de las que son capturadas por el programa de cacería científica de Japón en el Pacífico Norte (denominado JARPN II). Según palabras suyas recolectadas por el National Examiner –publicación de EE.UU.- “La venta de ballenas obtenidas por bycatch por sí sola sostiene un comercio lucrativo en carne de ballenas en mercados de algunas ciudades costeras de Corea, donde el precio de venta al por mayor de un adulto de Ballena minke puede alcanzar los U$S100.000… Dados estos incentivos financieros, uno se pregunta cuántas de estas ballenas son, en realidad, matadas intencionalmente.”
Baker y Vimoksalehi Lukoscheck, de la Universidad de California-Irvine, presentaron sus hallazgos en la última reunión del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que tuvo lugar en junio pasado en Madeira, Portugal. Este estudio encontró que cerca del 46% de los productos de Ballena minke que examinaron en los mercados japoneses provenían de una población costera, que tiene características genéticas distintivas (el stock J). En los últimos años Japón ha reportado sólo unas 19 ballenas obtenidas como bycatch, pero el número se ha incrementado recientemente al entrar en vigencia una nueva regulación. Su investigación será publicada en el próximo número de la revista científica Animal Conservation.
Fuente: Examiner.com