El Primer Ministro de Japón odia comer carne de ballena
La prensa de Japón reporta que el Primer Ministro de ese país, Yukio Hatoyama, “odia la carne de ballena”. Aparentemente no es el único. La demanda por carne de ballena ha caído dramáticamente en Japón en los últimos años, los precios han bajado a la mitad, y miles de toneladas de carne proveniente de sus dos grandes programas de cacería de ballenas languidecen en reservas freezadas. Las ventas de carne, blubber (capa de grasa subcutánea de los cetáceos) y otros productos de ballenas en Japón han sufrido pérdidas cercanas a los u$s223 millones en los últimos 20 años, y el gobierno ha gastado más de u$s164 millones en subsidios durante el mismo período para mantener la flota ballenera y otros rubros de esta industria.
A pesar de su desagrado por la carne de ballena, el nuevo Primer Ministro de Japón desafortunadamente parece listo a continuar la política seguida por sus predecesores; apoyando una industria innecesaria, no sustentable y no rentable, que no tiene cabida en el siglo 21.