Polémico arranque de la CBI
A poco de iniciada la tan esperada 62ª reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), el Vicepresidente de la misma, Anthony Liverpool declaró que hasta el próximo miércoles por la mañana se trabajaría en sesiones a puertas cerradas con los diferentes gobiernos presentes en la reunión.
Durante estas sesiones cerradas se discutirá la polémica propuesta que contempla retomar la caza comercial de ballenas y, contrariamente a la práctica habitual, los gobiernos presentes han decidido expulsar a las ONGs y los medios de comunicación del foco dominante de la reunión, para negociar tras puertas cerradas.
Como resultado de un proceso de dos años de negociación, el supuesto «acuerdo» apunta a lograr un compromiso entre aquellas naciones a favor de la cacería de ballenas como Japón, Islandia y Noruega, apoyados por EE.UU. y Nueva Zelandia, y otras que desean mantener en pie la actual moratoria a la caza de ballenas. Países como Australia, el Grupo Buenos Aires (conformado por el bloque latino de naciones conservacionistas) y gran parte de la Unión Europea, quieren ver una CBI que tome el control de la caza de ballenas aun existente y le de término inmediatamente, o, por lo menos, logre su eliminación en el corto plazo.
«Cómo podemos esperar que la CBI represente realmente a los ciudadanos del mundo, y haga lo correcto para las ballenas, cuando vemos otra vez, pruebas de cómo los países a favor de la cacería y los EE.UU. manipulan el sistema de la CBI para arreglar sus asuntos a puertas cerradas, levantando sospechas sobre las decisiones que están tomando fuera de la luz de los medios y del escrutinio público”, afirmó Nicolas Entrup, portavoz de WDCS.
«La exclusión de la sociedad civil de las negociaciones cuando el destino de miles de ballenas está pendiendo de un hilo no es ciertamente la manera de avanzar hacia delante para la CBI.
Si los gobiernos miembro de la CBI quieren recuperar la confianza de sus ciudadanos, necesitan patear el tablero ya, detener estas negociaciones y dejar intacta la moratoria. Todo lo demás sólo podrá verse como una victoria del poder del chantaje y la corrupción.»
«Esto se ha convertido ahora en una prueba del principio de democracia, y no sólo de cual será la postura de los gobiernos en cuanto al tema de la cacería de ballenas”.
Los países no deben arponear nuestros derechos escondiéndose tras puertas cerradas para arponear la moratoria por la que tantos lucharon arduamente para alcanzar y mantener» concluyó Entrup.