WDCS busca que EE.UU. imponga sanciones comerciales a Islandia por su cacería de ballenas
Liderados por WDCS, diecinueve grupos conservacionistas y de bienestar animal, solicitaron hoy a los Secretarios de Comercio y de Interior de EE.UU. imponer sanciones comerciales contra Islandia por su escalada en la cacería de ballenas haciendo caso omiso a los acuerdos internacionales de conservación con respecto a este tema.
Una petición presentada por Whale and Dolphin Conservation Society (WDCS), en nombre de la coalición “Whales Need US” y de Species Survival Network, insta a las autoridades de EE.UU. imponer contra Islandia una legislación de dicho país sobre conservación, conocida como Enmienda Pelly (Pelly Amendment), una movida que podría dar un golpe mortal a la industria de cacería de ballenas de Islandia.
La Enmienda Pelly autoriza al Presidente de EE.UU. a imponer sanciones comerciales contra otro país si éste no adhiriera a reconocidos acuerdos de conservación; en el caso de Islandia, la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que prohíbe la cacería comercial de ballenas, y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que prohíbe el intercambio comercial internacional de productos de ballenas.
Islandia reinició la cacería comercial de ballenas en 2006, y en 2009 incrementó drásticamente sus cuotas auto-asignadas al incluir 150 Ballenas fin (una especie en peligro) por año. La exportación de productos de ballenas por parte de Islandia también se ha incrementado bruscamente; en 2010, este país exportó más de 800 toneladas de carne, blubber (grasa subcutánea) y aceite de ballena, valuados en más de U$S 11 millones, a Japón, Noruega e Islas Feroe, e hizo un envío ilegal de productos de ballena a Letonia y Bielorrusia.
Esta petición brinda al gobierno la evidencia que necesita para actuar urgente y decisivamente, e imponer medidas significativamente más fuertes contra Islandia y su industria de cacería de ballenas. EE.UU. certificó a Islandia bajo la Enmienda Pelly en 2004 por su, así denominada, “cacería científica de ballenas”, pero el Presidente Bush declinó imponer sanciones en aquel entonces. La administración Obama está mirando con nuevos ojos la cacería de ballenas y comercio de Islandia, y WDCS aplaude a EE.UU. por reconocer que es necesario hacer más para detener esta matanza sin sentido.
En la petición se han identificado determinadas compañías islandesas como blancos potenciales de las sanciones comerciales; las que incluyen grandes actores de la industria marisquera que están directamente ligadas a la industria de la cacería de ballenas de Islandia. En el centro se encuentra la compañía islandesa de cacería de Ballena fin, Hvalur, explica Sue Fisher de WDCS.
Las acciones de Islandia reúnen las condiciones necesarias para las sanciones Pelly, y hemos provisto al gobierno de EE.UU. de la información para llevar adelante estas sanciones al identificar al “Grupo Hvalur”, y sus compañías asociadas, incluyendo HB Grandi, la compañía pesquera más grande de aquel país.
La petición expone los vínculos del Grupo Hvalur con la industria de cacería de ballenas de Islandia con acciones, membresía de la junta directiva e inversiones. También provee una descripción de las actividades de la compañía, su apoyo y lazos con la cacería de ballenas, y detalla las mercancías que exporta a Estados Unidos.
“Ahora es el momento para que EE.UU. tome medidas robustas contra Islandia por su continuo desafío a las leyes internacionales”, dijo Taryn Kiekow, abogado de Natural Resources Defense Council. “La política de cacería comercial de ballenas de Islandia es considerada arcaica y cruel por el resto del mundo y pedimos a EE.UU. imponer sanciones comerciales en su contra”.
Para más información sobre la cacería de ballenas de Islandia, clickea aquí.