Islandia retira carne de ballena que se encontraba a la venta en su aeropuerto internacional
Recientemente, como ya hemos mencionado en artículos previos , WDCS y AWI realizaron una investigación encubierta en el Aeropuerto de Keflavik, Islandia, donde para nuestra sorpresa (o no tanto…) encontramos carne de Ballena minke a la venta en el local “Inspired Iceland” del Duty Free de dicho aeropuerto.
Luego de notificar nuestro descubrimiento a las autoridades correspondientes, y de realizar una campaña de difusión masiva a través de nuestras oficinas en todo el mundo, la oficina de Asuntos Extranjeros de Reino Unido fue la primera en tomar la iniciativa y actualizar su recomendación a los turistas británicos advirtiéndoles que podrían afrontar prisión o multas de hasta posibles £5.000 si compraran de regreso a su país carne de ballena.
Pocas horas después del anuncio, las autoridades de Islandia removieron la carne de la venta en el aeropuerto de Keflavik, a pesar de que aún continúa estando a la venta en muchas otras tiendas en Islandia y puede ser adquirida allí por los turistas desprevenidos que no están al tanto de la situación en referencia a este tema.
Esto se suma a la campaña que, semanas atrás, llevamos adelante para persuadir al Presidente Obama, para que Estados Unidos emitiera una advertencia a Islandia sobre sus actividades balleneras.
Consideramos que ya es suficientemente malo que 35-40% de la carne de Ballenas minke capturadas por balleneros islandeses, sea consumida por los turistas que visitan Islandia – pero venderla en un local del Duty Free de su aeropuerto, cuando es ilegal ingresarla a la gran mayoría de las naciones que prohíben el comercio internacional en productos de la ballena, es inconcebible.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, CITES (a la cual adhieren en la actualidad 175 países) tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de especies animales y vegetales, no constituya una amenaza para su supervivencia. En el caso particular de los cetáceos, prohíbe su comercialización internacional y la de sus productos, disposición a la que adhieren todos sus miembros a menos que establezcan una objeción (como en este caso particular han hecho Japón, Islandia y Noruega, lo que les permite comercializar dichos productos entre ellos u otras naciones no miembro de CITES, pero no con aquellas que forman parte de la Convención y adhieren a la resolución anteriormente mencionada).
Por otro lado, Islandia actualmente forma parte de la Comisión Ballenera Internacional Comisión Ballenera Internacional (CBI) que en la actualidad prohíbe la caza comercial de ballenas, y sólo permite la captura de las mismas bajo ciertas condiciones o propósitos. En este caso también Islandia tiene alojada una objeción contra esta medida. Por medio de estas objeciones Islandia sólo puede cazar ballenas en sus aguas jurisdiccionales y comercializar sus productos sólo dentro de su territorio, pero los recientes hechos dan pruebas evidentes de su indiferencia ante leyes internacionales.
Como respuesta, es tiempo de que cada nación vinculada a estas decisiones internacionales, advierta a sus ciudadanos sobre esta situación y las posibles consecuencias a las que se exponen en el caso de traer como “souvenir” carne de ballena, y también de que nosotros, como ciudadanos, tomemos la responsabilidad de informarnos sobre este tipo de cuestiones.
Para más información sobre estas cuestiones visita nuestra sección Cacería y Comercio, o Últimas Noticias donde encontrarás noticias previas relacionadas con este tema.