Una serie de artículos de investigación publicados en el diario canadiense The Star (ver nota en inglés aquí) detalla el sufrimiento de los mamíferos marinos cautivos en el parque temático de Ontario.
Más recientemente, una orca macho –Ike– fue transferida de regreso a SeaWorld en San Diego a raíz de preocupaciones por su salud. Esto dejó sólo a otra orca, Kiska, aislada en estas pobres condiciones.
Entre la letanía de abusos citadas se incluye la pobre calidad del agua que llevó a la ceguera, lesiones en la piel, muerte de una beluga recién nacida por atenciones y cuidados impropios y por escasez de un equipo adecuado para los mamíferos marinos aquí alojados.