Hallazgo en la costa mexicana: el primer caso de ballenas grises siamesas
Científicos de la Laguna Ojo de Liebre, en México, han descubierto el que posiblemente sea el primer caso de Ballenas grises siamesas. Si bien se sabe que ocurre en otras especies, notablemente en el caso de Ballenas fin, sei y Minke, nunca antes se ha documentado un caso de mellizos de Ballenas grises unidos. Aparentemente las crías habrían estado evidentemente poco desarrolladas –midiendo apenas 2 metros de largo en lugar de los 3,5 hasta casi 5 metros promedio de una cría de Ballena gris recién nacida– y probablemente haya sido un aborto espontáneo. Lamentablemente no la madre no fue avistada por la zona, por lo que preocupa que el nacimiento haya tenido efectos adversos sobre su salud.
En esta época del año las Ballenas grises están llegando a la Laguna Ojo de Liebre y a otras de la península de Baja California, luego de un descomunal viaje de casi 10.000 kilómetros desde las frías aguas del Ártico en el norte. Los partos tienen lugar típicamente en la ruta hacia el sur o una vez que arriban a las lagunas. Luego permanecerán en esas aguas cálidas y tranquilas por varias semanas, cuidando a sus crías y descansando antes de embarcarse en el viaje de regreso hacia sus áreas de alimentación en el Ártico.
Una pequeña cría más afortunada que los mellizos siameses está actualmente en su ruta hacia una de las lagunas mexicanas es Floppy; una cría de Ballena gris fotografiada frente a Redondo Beach en California dentro de la hora de haber nacido. Los investigadores notaron sus aletas flexibles («floppy» en inglés, de allí su nombre) y pliegues fetales en su cabeza y estimaron que se trataba de un bebé recién nacido.