Latinoamérica y el cautiverio de Orcas
Si bien en WDC entendemos por qué a la gente le encanta ver delfines, creemos que mantenerlos en cautiverio para nuestra diversión no es correcto. Los cetáceos (ballenas, delfines y marsopas) son animales extremadamente inteligentes, muchos de los cuales viven en grupos sociales complejos. Al mantenerlos en cautiverio pierden contacto con estos grupos.
Los delfines que se encuentran en cautiverio en su mayoría son obtenidos en crueles cacerías –como en las cacerías dirigidas en Japón–, en las cuales mueren muchos ejemplares; algunos mueren asimismo en el transporte o en la adaptación a las condiciones de vida en cautiverio.
Los delfines en libertad pueden nadar más de 150 kilómetros por día, ya sea en busca de alimento, socializando o desplazándose. En cautiverio son confinados a pequeños estanques junto con otros animales que muchas veces ni siquiera son de la misma especie y obligados a realizar comportamientos (acrobacias) que nada tienen que ver con su vida en libertad. Estas instalaciones nunca llegan a reemplazar el ambiente en el que viven.
Una de las razones más frecuentes que uno escucha del por qué se lleva a los niños a los delfinarios es que no se tiene la posibilidad de ver delfines en su hábitat natural. Sin embargo, lo que se ve en un acuario nada tiene que ver con lo que puede observarse en la naturaleza.
Con respecto a las Orcas, las estadísticas muestran que una Orca llevada al cautiverio vive un promedio de 4 años mientras que en el estado silvestre viven un promedio de 30 años los machos (con un máximo entre 50 y 60 años) y de 46 años las hembras (con un máximo de entre 80 y 90 años). Las Orcas nacidas en cautiverio viven en promedio 4,5 años.
En la actualidad sólo un acuario cuenta con una Orca en la región de Latinoamérica y el Caribe. En la localidad de San Clemente del Tuyú, Provincia de Buenos Aires, Argentina, se encuentra el establecimiento Mundo Marino en el cual –entre otras especies de mamíferos marinos– encontramos a Kshamenk, una Orca macho.
Kshamenk, que significa Orca en idioma Yamana (tribu nativa que habitó el sur de Sudamérica), sería la cuarta Orca rescatada luego de ser encontrada varada en las cercanías de este oceanario, en el cual se encuentra desde el año 1992. Se estima que en la actualidad tiene entre 25 y 27 años de edad.
Foto: Kshamenk durante el show.
Al llegar al acuario Kshamenk convivió con una Orca llamada Belén, con quien se trató que tuviera cría en dos oportunidades, ambas sin éxito. Belén murió por causas desconocidas en el año 2000 estando preñada, después de haber sido mantenida en cautiverio practicando shows circenses desde el año 1988.
Desde la muerte de Belén, Kshamenk comparte su vida en una pequeña pileta con un Delfín nariz de botella.
Foto: Cómo se ve Kshamenk fuera de los shows.
Luego de casi 10 años en cautiverio, en el 2001 se intentó llevar a cabo la exportación de Kshamenk a Estados Unidos. El permiso fue denegado: de acuerdo a lo establecido por la legislación argentina, por tratarse de un animal nacido en estado silvestre Kshamenk pertenece al Estado Nacional y se encuentra en guarda en Mundo Marino.
Recientemente Mundo Marino obtuvo un permiso del Gobierno Argentino para la exportación de semen de Kshamenk a Estados Unidos, bajo un programa de colaboración científica con Sea Word. Como resultado de dicho programa se tienen registro del nacimiento de dos Orcas hembras llamadas Makani y Kamea, pertenecientes a SeaWorld. Puedes ver el mapa genealógico aquí (sólo disponible en inglés).
¿Dónde nos conduce esto? ¿Cuáles son los fines científicos de estas investigaciones? ¿Qué destino tendrán los nuevos ejemplares nacidos en consecuencia? A pesar de los fines supuestamente científicos que en teoría tuvieron estos nacimientos, desde WDC seguimos cuestionando el mantenimiento de estos cetáceos en cautiverio, la manipulación genética que se haga de los mismos y el destino que tendrán los nuevos ejemplares siendo que en teoría los fines que se perseguían (y que avalaron los permisos otorgados por Argentina para el envío de semen) eran netamente de investigación y no comerciales.
Afortunadamente el rechazo al mantenimiento de cetáceos en cautiverio es cada vez mayor más allá de los supuestos argumentos de bienestar y fines de conservación en los que intentan refugiarse este tipo de establecimientos. Particularmente en el caso de las Orcas se observan tanto altas tasas de mortalidad, como el hecho de que muchos ejemplares al estar sometidos a altos niveles de estrés se pueden volver muy agresivos. Uno de los casos más conocidos es el de la Orca Tilikum, perteneciente al Sea World, que ha sido protagonista de varios incidentes como se expone en el reciente documental Blackfish.
En WDC pensamos que no se necesita mantener cetáceos en cautiverio para que la gente aprenda sobre ellos, para conservarlos o protegerlos. El confinamiento de estos animales en una piscina, realizando trucos circenses, conviviendo de manera artificial con otro ejemplares, alimentándose de peces muertos y obligándolos a someterse a protocolos veterinarios para mantenerlos saludables (o incluso reproducirlos) los condena a una vida de sufrimiento y estrés con la que no estamos de acuerdo. Todos podemos hacer algo, NO ASISTAS a este tipo de instalaciones, explícale a tus conocidos y familiares la real situación en la que viven los delfines mantenidos en cautiverio.
Si tienes más preguntas acerca de por qué las Orcas y delfines no deben estar en cautiverio, te invitamos a que hagas click aquí y aquí.
o nos escribas a [email protected].
Si quieres informarte más acerca de la campaña de WDC en contra de los acuarios y quieres participar puedes hacer click aquí.