CBI65: Lo Bueno, lo Malo y lo (muy) Feo
Para un observador externo, las reuniones de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) pueden verse como regresar a una xilografía Danse Macabre de Hans Holbein del siglo XVI, donde la mayoría de las “respetuosas” intervenciones abiertas de los delegados serían un mero barniz sobre las vanaglorias de los balleneros al tratar de sentar las bases para llevar a las ballenas al límite una vez más. Sin embargo, la CBI –a pesar de todos sus protocolos aparentemente arcaicos– sigue siendo un baluarte contra la reanudación de la caza comercial de ballenas. Dentro de sus salas de reuniones, la estrategia de los balleneros y su retórica de sus aliados quedan al desnudo.
La CBI no es sólo una plataforma que permite a los intereses balleneros proseguir su curso, sino que también proporciona un foro para que WDC y organizaciones y gobiernos conservacionistas contrarresten los golpes de los balleneros y promuevan iniciativas de conservación. Tal vez este año, sólo tal vez, será un punto de inflexión cuando miremos hacia atrás los éxitos y fracasos de la CBI en el siglo 21.
Lo bueno
Un descarado Japón es puesto con firmeza en su lugar al respaldar la CBI el fallo de la CIJ: Rechazo # 1
Tras recibir con entusiasmo el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que en marzo ordenó a Japón poner un alto a su llamada ‘cacería científica’ en la Antártida, muchos países conservacionistas llegaron este año a la CBI con la esperanza de que el juicio haría reflexionar a Japón sobre sus abusos del «Permiso Especial» para cazar ballenas bajo el artículo VIII.
Japón había sido golpeado por la sentencia del más alto tribunal de las Naciones Unidas e incluso puede que haya pensado en abandonar por completo su caza de ballenas en la Antártida, pero aparentemente el Ministerio de Pesca de Japón todavía tiene mucha influencia sobre otros ministerios japoneses y la estrategia de Japón fue actuar en la reunión de la CBI casi como si el caso de la Corte nunca hubiera tenido lugar.
Nueva Zelanda llegó a la reunión resuelto a ver que el fallo de la CIJ fuera reflejado de manera adecuada en el funcionamiento de la CBI pero, a pesar de sus mejores esfuerzos, no pudo lograr que Japón apoyara su propuesta. Esto fue lo más extraño de todo ya que Japón, Nueva Zelanda y Australia –directamente involucrados en el caso de la CIJ– están legalmente obligados por la sentencia. El hecho de que Japón rechace los esfuerzos conjuntos realizados en la CBI para implementar el fallo pone a este país en una posición precaria: el Tribunal fue claro en sus expectativas de que su decisión fuera implementada por el organismo competente reconocido por el Tribunal, la Comisión Ballenera Internacional. Con la votación para aceptar la propuesta de Nueva Zelanda, los miembros de la CBI han comenzado el proceso de creación de un nuevo protocolo sobre cómo tratar las solicitudes de Permiso Especial, o la llamada ‘cacería científica’.
Históricamente, los países que deseen atribuirse un permiso de cacería ‘científica’ sólo tenían que presentar una propuesta al Comité Científico de la CBI. A partir de ahora, las propuestas se someterán a determinadas pruebas objetivas: ¿Incluye El programa un tamaño de muestra razonable en relación a los objetivos de la investigación? ¿aporta la cacería información útil para la conservación de las ballenas? ¿podrían alcanzarse los objetivos de la investigación a través de medios no letales?
Otro aspecto importante de la resolución es que solicita que no se emitan más permisos especiales para cazar ballenas, ya sea en virtud de los programas de investigación existentes o cualquier nuevo programa de «investigación», hasta que la Comisión decida que el fallo de la CIJ se ha integrado plenamente en el funcionamiento de la Comisión y evaluado de acuerdo a sus nuevos criterios.
Si Japón desobedece abiertamente la voluntad de la CIJ yendo en contra de los procedimientos acordados de la CBI para Permiso Especial de cacería de ballenas, estará, al menos en nuestra opinión, en desacato de la Corte. Habrá que ver lo que la comunidad internacional decida hacer en tal caso.
Japón no logró obtener una cuota comercial de ballena minke: Rechazo #2
Mientras que la cacería de ballenas bajo Permiso Especial de Japón es en gran medida parte de su estrategia para reanudar la cacería comercial, su ataque frontal a la moratoria global sobre la caza comercial de ballenas se manifestó con un intento de obtener una cuota de 17 ballenas minke del Mar de Okhotsk, al este de Japón, para su programa de caza comercial de ballenas. (Estos son los mismos balleneros que ya matan a un número significativo de pequeños cetáceos y quienes participan en el programa de cacería «científica» de ballenas auto-asignado por Japón en el Pacífico Norte). Mientras que los aliados de Japón en África, el Pacífico y el Caribe, votaron obedientemente a favor de la resolución, una abrumadora mayoría votó en contra de la propuesta de Japón, enviando un mensaje de que, por suerte, la CBI todavía tiene deseo de defender la moratoria a la caza comercial de ballenas.
Las ONG tendrán una voz más fuerte en los procedimientos
WDC también da la bienvenida a la Resolución sobre la Participación de la Sociedad Civil, ¡aprobada por consenso! Esto significa básicamente que en el futuro las ONG podrán tener más voz en las reuniones de la CBI –una voz más clara para la defensa de las ballenas y los delfines.
¡Pequeños cetáceos: finalmente en la agenda!
Nos complace que especies altamente migratorias (incluyendo delfines y otras especies de pequeños cetáceos) recibieran un apoyo ¡muy necesario! La propuesta presentada por Mónaco para abordar la cooperación entre la CBI y Naciones Unidas en cuestiones vinculadas a especies de cetáceos altamente migratorias dividió a la CBI, con los balleneros predeciblemente en contra. Sin embargo, los países conservacionistas expresaron duras críticas a las cacerías de pequeños cetáceos y hubo un fuerte apoyo para mejorar las medidas de protección para las especies en peligro de extinción incluyendo la Vaquita, la Franciscana, el delfín del Amazonas y el delfín de Maui y la propuesta fue aprobada, lo que significa que la CBI ha desafiado a los países a hacer todo lo posible para proteger de la extinción a los primos más pequeños de las ballenas y permite que el tema sea presentado ante Naciones Unidas.
Lo Malo
El Santuario de Ballenas del Atlántico Sur derrotado por un estrecho margen
Lamentablemente, la propuesta de los países latinoamericanos para la designación de un Santuario de Ballenas del Atlántico Sur fue rechazada una vez más. Es frustrante (pero a la vez alentador) que la propuesta recibiera poco menos de la mayoría de tres cuartos necesaria. Una vez más, fueron los mismos de siempre quienes votaron en contra del Santuario. Antigua y Barbuda fue muy esclarecedor al clavar su bandera en el mástil japonés, declarando que ellos «sólo votarían a favor del santuario si los proponentes votaran a favor de la cacería de ballenas de Japón». A pesar de este intento transparente y bastante torpe de los aliados de Japón por jugar “ojo por ojo”, los países de América Latina se mostraron animados por el apoyo recibido y decididos a traer nuevamente la propuesta en la próxima reunión, cuando se espera reciba la mayoría necesaria.
Los intentos de etiquetar la caza de ballenas como una cuestión de «seguridad alimentaria» fallaron (por ahora)
Una propuesta de algunos de los últimos reclutas africanos de Japón –en efecto, un intento apenas velado de ganar respaldo para la futura caza comercial de ballenas disfrazado en una demanda de «Seguridad Alimentaria»– fracasó (al menos esta vez) debido a falta de apoyo. Este fracaso podría ser interpretado desde ya como un éxito, pero sigue siendo una preocupación para nosotros ya las naciones pro-balleneras emplearon un lenguaje considerablemente emotivo en torno al tema, sugiriendo que era vital combinar el «uso sostenible de nuestros océanos» con «satisfacer el derecho a la seguridad alimentaria y nutricional de millones de personas». En otras palabras, sugiriendo que se trataba de un “derecho humano básico” para permitir a las comunidades costeras utilizar a las ballenas como un medio para reducir la pobreza y el hambre. Al desestimar a los muchos países en vías de desarrollo que han instigado sus propias industrias de avistaje de ballenas, las naciones pro-balleneras atacaron a los que ellos consideran ONGs y naciones conservacionistas que hacen dinero de la observación de ballenas y, elocuentemente, revelaron que ellos también querían «parte de la acción de la ballena».
Y lo (muy) Feo…
La Comisión de la UE parece ciega ante el “pacto de villanos” entre Japón y Groenlandia. Lo que quedó claro para todos –excepto, al parecer, la Comisión de la Unión Europea– fue que Japón se había embarcado con Groenlandia en una estrategia conjunta para permanecer unidos a la hora de reclamar una “cacería de ballenas sostenible”. A su vez, ambas naciones parecían estar utilizando el concepto de «seguridad alimentaria» para respaldar sus propuestas; Groenlandia argumentando que sólo debería ser capaz de especificar lo que necesita para alimentar a sus habitantes y turistas –ya que su caza de ballenas era «sostenible»– y Japón que ¡su caza de ballenas no era materialmente diferente de la de Groenlandia!
Por desgracia, la Resolución de la UE sobre la cacería de subsistencia aborigen fue aprobada y Groenlandia recibió un incremento en su cuota. Mientras que WDC luchó con fuerza en contra de estas dos propuestas, nos alegramos de que ninguna se aprobara por consenso, lo que demuestra que nuestras preocupaciones son compartidas por muchos países.
La lucha continúa:
Así que, en conclusión, fue una reunión larga y complicada, pero WDC ciertamente jugó sus cartas. La CBI65 fue la culminación de meses de esfuerzo y compromiso presionando y apoyando a los gobiernos conservacionistas con el fin de obtener el mejor resultado posible para las ballenas. Ese trabajo, por supuesto, continúa en marcha.
Seguimos comprometidos con la lucha en nombre de las ballenas y delfines del mundo –y permanecemos igualmente comprometidos con la lucha contra todos los intentos existentes y futuros para avanzar en la caza de ballenas.
Intentaremos:
- trabajar con los países de la UE que fueron constreñidos este año por la Comisión de la UE en el apoyo a ciertas propuestas
- resistir el continuo desprecio de la Comisión de la UE por sus propias reglas
- garantizar que la UE se comprometa a erradicar los elementos incoherentes de «cacería comercial» de la caza de ballenas de Groenlandia.
De hecho, las decisiones tomadas en esta CBI y su impacto sobre las diversas formas de cacería de ballenas seguirán siendo un aspecto importante de nuestro trabajo en los próximos meses y años.
Gracias por tu respaldo. Nada de esto sería posible sin el apoyo continuo que recibimos. Vamos a seguir trabajando por un mundo donde cada ballena y delfín pueda vivir libre y a salvo.