Sinopsis de la Reunión 66a del Comité Científico de la CBI
Días atrás, entre el 19 de mayo y 5 de junio, la ciudad de San Diego, EE.UU. fue sede de la 66a reunión del Comité Científico (CC) de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Durante 2 semanas, delegados de 33 países, además de participantes invitados de diferentes países y organizaciones estuvieron discutiendo varios temas relacionados con la conservación y manejo de las poblaciones de cetáceos. Se presentaron más de 100 trabajos de investigación entre 13 sub-comités durante sesiones paralelas, las cuales comenzaban muy temprano en la mañana y en ocasiones duraban hasta la noche. Durante los 3 últimos días hubo sesiones plenarias donde se adoptaron los informes de cada sub-comité. El informe anual de esta reunión está disponible online y aquí intentaré resumir algunos de los temas más relevantes tratados en la reunión.
A pesar de ser la reunión del Comité Científico, estas reuniones anuales distan mucho de ser estrictamente científicas ya que el CC ofrece asesoramiento a la Comisión de la CBI que se reúne cada 2 años para tomar decisiones sobre el manejo y la conservación de las poblaciones de cetáceos, habiendo muchos intereses políticos involucrados ya que, como es de esperar, la CBI está polarizada entre los países pro-balleneros y los países conservacionistas.
Uno de los temas más controvertidos que se esperaba discutir este año era la nueva propuesta de Japón (conocida como NEWREP-A) para reanudar la caza de ballenas en la Antártida, a pesar de un fallo histórico de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de Naciones Unidas realizado el año en el que pedía a Japón detener su cacería en el Océano Austral. Un panel de expertos compuesto por 6 miembros actuales del Comité y 4 científicos externos se reunió en Tokio a principios de año para revisar la propuesta llegando a la conclusión de que la información disponible no era suficiente para realizar una revisión completa del programa y que la actual propuesta no demostraba la necesidad de cazar ballenas para lograr sus objetivos, los cuales podrían ser alcanzados con datos existentes y los métodos no letales en curso. El informe realizado por el Panel con varias recomendaciones a esta propuesta estuvo disponible 40 días antes del inicio de la reunión, por lo que durante la misma los proponentes del programa tuvieron la oportunidad de responder al grupo de especialistas. Asimismo, durante la reunión se presentó una carta firmada por un grupo de alrededor de 500 científicos de 30 países expresando su rechazo a la propuesta de Japón. Finalmente, tras largas discusiones, el Comité acordó que los análisis recomendados por el Panel deben ser completados, y que la propuesta deberá ser revisada de nuevo el próximo año.
Continuando con las discusiones planteadas en torno a muchas de las amenazas que enfrentan los cetáceos, las cuales fueron abordadas en varios sub-comités, se hicieron recomendaciones en cuanto al enmallamiento en aparejos de pesca, colisiones con embarcaciones, basura marina, cambio climático, derrames de petróleo y contaminación química, entre otras.
El enmallamiento de cetáceos en aparejos de pesca es un problema creciente en los océanos y desde 2012 se están desarrollando talleres de entrenamiento, bajo el auspicio de la CBI, con el objetivo de formar una red global de personas equipadas y profesionalmente entrenadas para responder ante situaciones de enmallamiento. Hasta ahora 336 personas de 19 países han sido capacitadas. Durante esta reunión se consideró la posibilidad de establecer una base de datos de enmallamiento mundial albergada por la CBI. Muchas especies de ballenas y delfines son vulnerables a sufrir colisiones con embarcaciones. Hubo varias discusiones sobre la superposición de rutas de embarcaciones con las distribuciones de cetáceos, y la eficacia de algunas medidas de mitigación, tales como evitar zonas donde se sabe que se concentran las ballenas, o reducir la velocidad de los barcos que transitan por esas zonas. Una de las rutas marítimas más transitadas del mundo es la costa sur de Sri Lanka, que también tiene una alta densidad de ballenas azules. Un estudio presentado en la reunión indica que un desplazamiento de 15 millas náuticas hacia el sur en las rutas de los buques reduciría el riesgo de colisión en un 95%. También se consideró el caso del Mediterráneo oriental, donde las colisiones con embarcaciones son una amenaza significativa para la población de cachalotes que habita allí y que se encuentra considerada «en peligro de extinción». En ambos casos, el Comité recomendó trabajar con las autoridades competentes de cada país y la industria naviera proporcionando asesoramiento sobre posibles rutas alternativas. Asimismo, se presentó un trabajo con información sobre la abundancia de cachalotes en las Islas Canarias que indica que la tasa de mortalidad inducida por el hombre reportada podría no ser sostenible en la zona. El Comité recomendó continuar con los estudios para identificar hábitats críticos y evaluar la superposición de la distribución de los barcos con los cachalotes.
El Comité expresó su preocupación por la continua persistencia de los bifenilos policlorados (PCB) – compuestos químicos con alta toxicidad ambiental – especialmente en el hemisferio norte, a pesar de la disminución en su uso y producción. Las recomendaciones tuvieron que ver con continuar los esfuerzos de investigación para comprender mejor esta persistencia en el medio ambiente, determinar las fuentes de PCB e identificar mecanismos para reducir aún más la entrada de estos compuestos en el medio marino. Otra forma de contaminación en el océano es el ruido antropogénico que puede tener graves impactos sobre los cetáceos ya que la mayoría de ellos se basan en sonidos para percibir su entorno y comunicarse. Lamentablemente, durante esta reunión, hubo muy poca discusión en torno a esta problemática y sus impactos adversos sobre los cetáceos. Una de las fuentes más comunes de ruido en el océano es la navegación comercial. Los altos niveles de ruido podrían enmascarar (evitar la audición) sonidos relevantes para los cetáceos. El Comité recomendó que en la reunión del próximo año se realice una sesión focalizada en el tema del enmascaramiento de sonidos con énfasis en el ruido proveniente de la navegación comercial, y a su vez alentó la presentación de trabajos sobre la eficacia de los observadores de mamíferos marinos a bordo de embarcaciones.
La creciente cantidad de basura (plástico, madera, vidrio, metal, artes de pesca perdidas, etc.) en los océanos se ha convertido en una creciente preocupación. La CBI está trabajando para mitigar potenciales amenazas. En esta reunión se presentó una actualización sobre investigaciones publicadas recientemente sobre los desechos marinos y sus impactos sobre los cetáceos. De acuerdo con esta revisión, se prevé que la cantidad acumulada de plásticos que podrían ingresar en el mar desde la tierra aumente en un orden de magnitud para el 2025. El Comité acordó que es necesario mejorar nuestra comprensión del alcance y la importancia de los impactos de la basura marina en los cetáceos.
Introduciéndonos en las discusiones realizadas en torno al hemisferio sur (HS), se presentaron varios documentos en el marco del Consorcio de Investigación del Océano Austral (SORP por sus siglas en inglés) cuyo objetivo principal es el desarrollo de investigación no letal en Antártida que permita obtener una mayor comprensión del estado de las poblaciones de cetáceos luego de la cacería comercial. Desde 2014, Argentina lidera uno de los programas del SORP a través del cual se hicieron dos viajes a la Península Antártica Occidental e Islas Orcadas del Sur con el objetivo de realizar un monitoreo acústico pasivo y observaciones de cetáceos. Miembros de WDC Latinoamérica somos parte del equipo de investigación y en esta reunión presentamos resultados del último viaje en enero-febrero de 2015. La ballena jorobada fue la especie más frecuentemente avistada en la Península Antártica Occidental, sobre todo en el estrecho de Gerlache, seguido de ballenas fin alrededor de las Islas Shetland del Sur. Además se registró la presencia de orcas, delfines cruzados, oscuros, australes, cachalotes, delfines picudos, ballenas minke y sei. En otro trabajo se presentaron los resultados preliminares sobre la presencia de cetáceos registrada a partir de sonidos grabados con un equipo de acústica pasiva fondeado cerca de Isla Elefante, en Antártida, entre marzo y julio de 2014. La actividad acústica de la ballena fin fue extensa y persistente con niveles muy altos, lo que impediría la detección de sonidos de ballenas azules de estar presentes. Pudimos clasificar tres señales diferentes de delfines picudos, dos de ellos correspondientes a los sonidos descriptos recientemente por investigadores de WDC Latinoamérica en colaboración con Fundación Cethus y el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California, San Diego. También se detectaron cachalotes, orcas y delfines no identificados, pero su ocurrencia aún no ha sido cuantificada. Estos son los primeros registros acústicos con una banda de frecuencia amplia y de largo plazo realizados cerca de Isla Elefante, los cuales abarcan la mayoría de las especies de cetáceos esperadas en estas aguas. Este equipo de grabación acústica se encuentra aún activo y permitirá obtener una mejor comprensión de la abundancia relativa estacional de cetáceos y el uso de hábitat en la zona del talud.
El año pasado se completaron las evaluaciones de las poblaciones reproductivas de ballena jorobada del hemisferio sur y durante esta reunión se presentó una síntesis de los resultados. Las evaluaciones sugieren que el número de ballenas jorobadas en el HS antes de la caza comercial era alrededor de 140.000 individuos. Actualmente se reconoce la existencia de siete poblaciones reproductivas de ballena jorobada en el HS para los que se estimaron diferentes patrones de recuperación de dichas poblaciones. Sin embargo, durante la reunión se destacó que las proyecciones de estos modelos se basan en estimaciones de abundancia que, en algunos casos, se realizaron hace más de diez años y que deberían ser mejoradas incluyendo la información de tendencias poblaciones disponible en la actualidad.
El Comité reiteró su profunda preocupación por la población de ballenas jorobadas del Mar Árabigo dadas las evidencias de baja abundancia y aislamiento genético, además de una elevada mortalidad y un rápido desarrollo de actividades antropogénicas en la zona, incluyendo el avistaje de ballenas (WW por sus siglas en inglés). Durante la discusión se observó que existe potencial para la expansión de las industrias de WW a las áreas dentro del Mar Árabigo y se deben realizar esfuerzos para una buena gestión de WW a nivel regional en el Mar Arábigo.
Un claro ejemplo de que WW no regulada puede causar severos impactos sobre los cetáceos es el caso de Bocas del Toro, Panamá. Varios estudios demostraron que los delfines cambian su comportamiento en presencia de barcos turísticos. Esta es una pequeña población y se encontraron varios animales muertos con heridas provocadas por hélices de barcos. Un trabajo presentado durante esta reunión mostró que casi 3/4 de los operadores de embarcaciones no cumple con los requisitos de mantener la embarcación a determinada distancia de los animales, maniobras y tener un número limitado de barcos. Sin embargo, los turistas apoyan las medidas de regulación para los operadores de embarcaciones y una mejor protección ambiental en la región, y a su vez los operadores de embarcaciones están de acuerdo en que la protección de los delfines locales es importante. Por lo tanto, el Comité acordó que la situación en Bocas del Toro debe abordarse a través de tres pilares fundamentales: compromiso de las autoridades; educación de los operadores de embarcaciones y turistas; y apoyo a la investigación.
La sesión del grupo de pequeños cetáceos (SM por sus siglas en inglés) comenzó con una revisión de la taxonomía y estructura poblacional de delfines nariz de botella (Tursiops spp.) en la región del Pacífico indo-occidental. Muchos estudios genéticos de delfines nariz de botella de todo el mundo han reportado diferenciación genética entre las poblaciones. El objetivo de esta revisión era mejorar la comprensión de la taxonomía del género en toda la región. Los estudios mostraron que T. aduncus y T. truncatus son claramente distinguibles en muchas áreas diferentes. Sin embargo, los datos relacionados con el estado taxonómico de T. australis son discordantes y se requieren más trabajos para discutir la aplicación de diferentes marcadores y herramientas analíticas utilizadas para delinear especies/subespecies/unidad para conservar en Tursiops. El próximo año se hará la revisión de la taxonomía y estructura poblacional de delfines nariz de botella en el Atlántico Norte (incluyendo el Mar Mediterráneo, Mar Negro, Mar Caribe y el Golfo de México) y el Atlántico Sur.
Lamentablemente, la nueva información sobre el estado de la vaquita (marsopa endémica del Golfo de California, México) es preocupante. Se encontró una disminución del 67% en la actividad acústica de la vaquita entre 2011 y 2014. Durante muchos años, la principal amenaza para esta especie ha sido el enmallamiento en redes de enmalle utilizadas para la captura de camarón y el pez totoaba, especie en peligro de extinción. El CC reconoció las recientes acciones tomadas por el Gobierno de México para hacer frente a la conservación de la vaquita a través de una prohibición en el uso de estas redes por dos años y el refuerzo de la aplicación. Sin embargo, para salvar a esta especie de la extinción se necesita urgentemente la colaboración de muchos grupos, incluyendo entes gubernamentales y no gubernamentales. Se destacó que durante el período de cierre de emergencia de dos años los pescadores deben ser capacitados y equipados para utilizar artes de pesca alternativos que no constituyan un riesgo para la vaquita. El Comité pidió también al Secretario de la CBI que enviara cartas a la Secretaría de CITES y a las autoridades chinas expresando su profunda preocupación por el impacto del comercio ilegal del pez totoaba sobre la vaquita.
La situación del delfín de Maui que se encuentra en peligro crítico de extinción no es mejor. La estimación de abundancia más reciente es de 55 individuos con una tasa de declinación de 2,8 a 3,2% por año. Las actuales medidas de protección se aplican sólo en aproximadamente 19% del rango total asumido para la especie y se espera una continua disminución de la población. Durante la discusión se plantearon tres cuestiones: la necesidad de evaluar la distribución en alta mar de la especie, la necesidad de aumentar la cobertura de los observadores con el fin de evaluar mejor las tasas de captura incidental, y si los dispositivos de acústica pasiva podrían ser utilizados para evaluar el uso de hábitat del delfín de Maui. Para el año que viene se espera contar con una estimación de abundancia actualizada mediante un nuevo método de marcado y recaptura genética. Se hizo hincapié en que, dadas las muchas incertidumbres que rodean esta pequeña población, se deben tomar medidas precautorias y el CC reiteró su recomendación anterior de que se requieren acciones de gestión inmediatas para eliminar la captura incidental de la especie en toda su área de distribución conocida, junto con una amplia zona buffer.
Un programa de dos años de monitoreo acústico pasivo de la población de marsopa común en el Mar Báltico estimó el tamaño de la población en 447 animales reafirmando que esta población está en peligro crítico de extinción. Teniendo en cuenta que la mayor amenaza para esta población es la captura incidental, el CC recomendó a los países bálticos mantener los esfuerzos para monitorear la abundancia y los niveles de captura incidental.
Se presentó un detector acústico «Pontoporia Acoustic Detector» desarrollado por investigadores de Fundación Cethus en colaboración con WDC América Latina, la Iniciativa de Especies Migratorias del Hemisferio Occidental (WHMSI por sus siglas en inglés) y la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta herramienta puede detectar y distinguir las vocalizaciones tanto de adultos como crías de franciscana, y está disponible de forma gratuita para otros grupos de investigación que trabajan en esta especie. El CC recibió con entusiasmo esta iniciativa que en el futuro podría ser útil para estudiar la estructura poblacional y abundancia de esta especie en peligro de extinción. Durante la reunión investigadores que trabajan con la especie, incluyendo investigadores de WDC, propusieron a la franciscana como un posible candidato para un Equipo de Trabajo de Pequeños Cetáceos (SCTT por sus siglas en inglés) y el Comité estuvo de acuerdo. El SCTT consiste de un equipo de expertos que trabaja intersesionalmente para brindar asesoramiento al CC para evitar la extinción de poblaciones de cetáceos en peligro de extinción. En octubre de 2015, el Consorcio de Franciscanas se reunirá en Brasil, donde se discutirá la posible creación de un Plan de Manejo para la Conservación (CMP por sus siglas en inglés) para esta especie y el informe resultante será presentado al CC cuando se reúna el próximo año.
En la actualidad, existe un CMP para la ballena franca austral para tratar de comprender los factores que causan la alta mortalidad de la especie en Península Valdés. Los estudios muestran que el tamaño de la población sigue aumentando, pero la tasa de crecimiento ha disminuido y si las elevadas tasas de mortalidad de las crías continúan durante una o dos décadas, se espera que el crecimiento de la población comience a disminuir sustancialmente. Los monitoreos de largo plazo e investigación sobre esta población fueron recomendados, así como para implementar medidas para abordar la problemática del ataque de las gaviotas.