¿Qué ocurrió en la última reunión del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional?
Más de 200 científicos de más de 30 países se reunieron en la reunión 67a del Comité Científico (CC) de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). La reunión tuvo lugar en Bled, Eslovenia del 9 al 21 de mayo. Allí, se discutieron varios temas relacionados con el manejo y conservación de cetáceos en 17 subcomités y grupos de trabajo distintos.
Entre los temas más controvertidos de la renión, estuvieron los altamente cuestionados programas de cacería «científica» de Japón en aguas internacionales de Antártida (NEWREP-A) y aguas costeras del Pacífico Noroccidental (NEWREP-NP). Sin embargo, no se permitieron extensas discusiones durante las sesiones de Permisos Especiales relacionados a estos programas. La propuesta del NEWREP-NP fue revisada por un Panel de Expertos independiente a principio de año en un taller de la CBI. Dicho panel concluyó que la misma no justificaba adecuadamente la necesidad de cazar ballenas, y por lo tanto debería detenerse la cacería. En 2015, otro Panel de Expertos revisó la propuesta de NEWREP-A, y también concluyó que el muestreo letal de ballenas no estaba justificado. Muchos científicos de distintas partes del mundos, que integraban la mayoría de los países miembros de la CBI presentes en la reunión, expresaron su apoyo a las conclusiones del Panel de Expertos y manifestaron su desacuerdo con los programas de cacería científica de Japón, dada la existencia de alternativas no letales para alcanzar los mismos objetivos. Sin embargo, una vez más Japón ha ignorado la opinión del Panel de Expertos y muchos miembros del CC, y continuará cazando ballenas en el Pacífico Noroccidental y la Antártida. La triste realidad es que el pasado 12 de junio, el Gobierno de Japón ha emitido un permiso especial para cazar ballenas minke y sei en aguas del Pacífico en 2017 bajo su programa NEWREP-NP.
Lejos está la cacería de ser el único riesgo para los cetáceos. En el mundo actual, ballenas, delfines y marsopas deben afrontar muchas amenazas generadas por el hombre. En esta reunión escuchamos acerca de individuos pertenecientes a poblaciones críticamente amenazadas como las ballenas francas australes (BFA) en la costa de Chile y las ballenas francas del Atlántico Norte enmallados en artes de pesca. La Iniciativa sobre Enmallamientos de la CBI, está trabajando para desarrollar una red global de respuesta ante eventos de este tipo que incluya la recopilación de datos en distintos países de modo de contribuir a un mejor entendimiento del problema y prevenir los enmallamientos. También se discutieron medidas de mitigación para reducir el enmallamiento y las capturas incidentales, como ser modificaciones en las artes de pesca que en algunos casos han reducido sustancialmente los enmallamientos, reducción del esfuerzo de pesca, y establecimiento de áreas de exclusión.
En la actualidad, la captura incidental o bycatch es la mayor amenaza que deben enfrentar los cetáceos a nivel mundial, cuya gravedad requiere acciones urgentes. El año pasado, la CBI aprobó el establecimiento de la Iniciativa Bycatch y durante la reunión de este año se resolvió establecer un grupo de expertos para abordar esta cuestión. Un ejemplo vívido del impacto causado en los cetáceos por las artes de pesca es la situación de la vaquita. Su población ha sufrido una fuerte declinación del 92% entre 1997 y 2015. La última estimación de abundancia realizada en noviembre de 2016 fue de 30 individuos, y este año se encontraron 5 vaquitas muertas, 3 de las cuales presentaron signos de captura incidental. La vaquita es una especie de marsopa endémica del área norte del Golfo de California, donde se usan redes de enmalle para capturar un pez conocido como totoaba, cuya vejiga natatoria es muy apreciada y costosa en Asia. El CC expresó gran preocupación por el inmediato riesgo de extinción de la vaquita y reiteró sus recomendaciones anteriores sobre la necesidad de hacer permanente la prohibición sobre el uso de redes de enmalle en el norte del Golfo de California, incluyendo la posesión y venta de este tipo de redes en toda la zona, y el desarrollo de artes de pesca “seguras para la vaquita” de manera urgente. Además, se pidió a la Secretaría de la CBI que contacte a la Secretaría de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) para facilitar acciones urgentes que aborden el comercio internacional ilegal de vejigas natatorias de totoaba, especie listada en el Apéndice I de CITES. El CC concluyó que si en 2018 la pesca ilegal de totoaba continúa como hasta ahora, la vaquita se extinguirá, siguiendo el mismo curso que el delfín de China o baiji y convirtiéndose en la segunda especie de pequeño cetáceo que se perderá a principios del siglo XXI.
La actual situación del delfín de Māui es también alarmante. La muerte causada por actividades humanas de un solo individuo aumentaría su riesgo de extinción. Sin embargo, las medidas de manejo existentes para mitigar el bycatch son insuficientes. El CC recomendó el cierre de cualquier tipo de pesquería que ocurra dentro del rango de distribución de esta subespecie y pueda plantear un riesgo de captura incidental a estos delfines, como así también estudiar el uso de palangres como una potencial alternativa para reducir el riesgo que suponen las redes fijas y de arrastre.
Este año, se priorizó, entre otros temas, la situación de los delfines de río de Asia (delfín del Ganges, marsopa lisa, delfín del Irrawaddy), los cuales deben enfrentar amenazas tales como capturas incidentales, y fragmentación y degradación del hábitat debido a la construcción de presas en los ríos donde viven. Existe una gran preocupación por el estado de estas especies, y el CC resolvió desarrollar un “Task team” para el delfín del Ganges. Esto significa que durante el tiempo que queda hasta la próxima reunión del CC, un equipo de expertos trabajará en el desarrollo de una propuesta con iniciativas para proteger de la extinción a estos delfines.
Las ballenas de Bryde en el Golfo de México, con solo 33 individuos estimados en 2009, podrían constituir una especie diferente, y actualmente se las considera la población de ballenas más críticamente amenazada del mundo. Las operaciones vinculadas a la industria del petróleo y gas, la pesca comercial, y los grandes puertos con una intensa circulación de barcos representan importantes amenazas para esta población. Se requieren medidas urgentes para proporcionar la máxima protección a esta población, como la exclusión de las prospecciones sísmicas en el sector oriental del Golfo de México, programas de investigación y medidas para reducir el riesgo de colisión con embarcaciones y enmallamientos.
Los impactos en cetáceos causados por el ruido antropogénico en el agua son también una preocupación dentro de la CBI. Desde 2004, el CC viene realizando una serie de recomendaciones sobre lineamientos para reducir el ruido generado por las prospecciones sísmicas. No obstante esto, en una revisión sobre la legislación de América Latina realizada por miembros de WDC, identificamos que muy pocos países de la región cuentan con legislaciones que contemplen medidas de monitoreo y mitigación de mamíferos marinos durante las prospecciones sísmicas. Este trabajo fue presentado durante la reunión y el CC estuvo de acuerdo en que las recomendaciones presentes en el trabajo deberían ser abordadas dentro de lineamientos internaciones de manera urgente.
Desafortunadamente la lista de amenazas es más extensa, incluyendo colisiones con embarcaciones, desechos marinos, cambio climático, contaminación química y acústica, floraciones de algas nocivas, industria del cautiverio. Todos estos temas también fueron discutidos en la reunión.
En WDC trabajamos continuamente para conservar los cetáceos, detener la caza de ballenas, erradicar la captura incidental y el cautiverio, y hacemos todo lo posible para lograr un mundo en el cual cada ballena y delfín pueda vivir libre y a salvo. En la reunión, científicos de WDC, Fundación Cethus y Human Society International, presentaron un trabajo titulado «Whales as Ecosystem Engineers: A Bibliography Drawing the Big(ger) Picture», con la intención de dirigir la atención del CC hacia una resolución adoptada por la CBI en su reunión plenaria del año pasado, la Resolución 2016-3 «Cetáceos y su Contribución al Funcionamiento del Ecosistema». Esta resolución resalta el importante rol que juegan los cetáceos en incrementar la productividad marina fertilizando el océano a través de sus heces, las cuales son ricas en hierro, y promoviendo la absorción de CO2 atmosférico en el océano. También se destaca la importancia de los “whale falls”, que se refiere al hundimiento del cuerpo de las ballenas después de muertas, creando microhábitats en el lecho oceánico que son explotador por una gran diversidad de organismos. A su vez, estas importantes contribuciones al funcionamiento del ecosistema tendrían impactos sociales y económicos beneficiosos, por ejemplo eliminando gases de efecto invernadero de la atmósfera, e incrementando las poblaciones de peces que son explotados comercialmente. Como resultado de esta presentación, se conformó un grupo de trabajo para identificar hipótesis biológicas relevantes a esta resolución y maneras de avanzar en la próxima reunión del CC. Esperamos que este trabajo ayude a generar conciencia entre los países acerca del valor de conservar a los cetáceos y su hábitat.

A su vez, estamos contribuyendo con dos Planes de Manejo para la Conservación (CMP por sus siglas en inglés) implementados en el Océano Atlántico Sudoccidental: uno para la franciscana, el delfín más amenazado de la zona, y uno para la ballena franca austral. Es importante destacar que el CMP de franciscana es el primer CMP para una especie de delfín, y este año el CC acordó iniciar el proceso de revisión del estado de esta especie en su próxima reunión anual, incorporando nuevas estimaciones de mortalidad.
En WDC también participamos en varios proyectos del IWC-SORP (Southern Ocean Research Partnership, por sus siglas en inglés), que es una alianza multinacional creada con el objetivo de realizar investigaciones no-letales en la Antártida. Como parte de este trabajo, presentamos resultados sobre la ocurrencia de cachalotes en aguas subantárticas y antárticas al oeste de la Península Antártica, durante el verano austral de 2014 a 2017, haciendo hincapié en la ventaja de los métodos de acústica pasiva para realizar estimaciones de abundancia relativa de las poblaciones y estudiar el uso del hábitat de esta especie en Antártida. También contribuimos a dos trabajos sobre ballena fin en el hemisferio sur, junto a otros investigadores que trabajan en la especie en el área. Uno de los trabajos presentados consistió en una revisión de los datos disponibles sobre las especie que permitió identificar varios vacíos de información necesaria para entender su estructura poblacional e identificar patrones de migración, como así también estimar abundancia, uso del hábitat y entender la ecología trófica de la especie. En el otro documento se delineó una propuesta de estudio a largo plazo en el oeste de la Península Antártica que permitirá a futuro realizar una evaluación de la especie en el área.
El reporte anual del CC de la CBI se encuentra disponible online, y allí pueden encontrar más información sobre estos y otros temas discutidos en la reunión, como así también las recomendaciones realizadas por el CC de la CBI. Ahora, ya finalizada la reunión, nosotros tenemos mucho trabajo por delante hacia la próxima reunión de la CBI: trabajar con los gobiernos, desarrollar campañas de investigación, analizar datos, desarrollar estrategias y campañas públicas, con el fin de proporcionar información relevante que permita proteger a los cetáceos y su hábitat.