Bycatch responsable de la inclusión de otras dos especies en la lista de especies amenazadas
Por Nicola Hodgins
Desgraciadamente, 2017 termina no siendo un gran año para las ballenas, delfines y marsopas, descendiendo las cifras poblacionales de algunas especies a niveles preocupantes. IUCN incluyó en su lista de especies “en peligro” al delfín del Irrawaddy y a la marsopa sin aleta de cresta angosta dado que ambas presentan una reducción de más de la mitad en sus números poblacionales en los últimos 60 y 45 años, respectivamente.
Cuando el baiji fue declarado funcionalmente extinto (lo que significa que aun cuando uno o dos individuos sobrevivan, el futuro de la especie se encuentra en duda) en 2017, el mundo lloró esta pérdida y se hizo tangible que la extinción inducida por el ser humano de una especie de delfín era una realidad. Lamentablemente, pareciera que no hemos aprendido la lección y ahora, sólo diez años después, no sólo la vaquita se encuentra al borde de la extinción –quedando menos de 35 de estas pequeñas marsopas– sino que ahora otra pequeña marsopa, la marsopa sin aleta de cresta angosta, que habita sólo en aguas costeras de Corea y Japón al sur del sudeste del Mar de China oriental y en el río Yangtze, se ha sumado a la nada envidiable categoría de “En Peligro”, todo esto a causa del uso de redes de pesca estáticas, en las cuales quedan enmalladas, y a la destrucción del hábitat.
Sumándose a esta pequeña marsopa y a otros cetáceos en la lista se encuentra el delfín del Irrawaddy, un carismático y relativamente pequeño delfín que se encuentra (o encontraba) en zonas costeras del Océano Índico, desde India hasta Indonesia, así como también en algunos ríos y lagos. A lo largo de los años, las cifras poblacionales de aquellos que ocupan hábitats de agua dulce habían ido disminuyendo rápidamente a causa de su competencia con el ser humano tanto por espacio como por alimento. Estas poblaciones están incluidas desde hace algún tiempo en la categoría “En Peligro Crítico” pero ahora sus primos marinos están cerca de unírseles habiéndose elevado su status de “Vulnerable” a “En Peligro”. Se considera que las redes agalleras han sido la causa número uno de muerte para estos pequeños delfines en algunas áreas, quedando en la actualidad sólo un puñado de ellos.
La predilección de ambas especies por los hábitats costeros, de estuario y de agua dulce, en los que viven en cercanías del ser humano, las ha puesto en riesgo debido al desarrollo (incluyendo represas) y la interacción mortal con redes de pesca. Su disminución es resultado directo de la actividad antrópica.
¿Cuántas especies más de delfines y marsopas deben extinguirse antes de que los gobiernos escuchen y, lo que es más importante, adopten las medidas necesarias?